El viernes trece, el ambiente entre los colombianos ya se sentía, en las calles las cornetas - vuvuselas de Africa 2010 - y banderas con el tricolor de la ilusión. El sábado muy temprano, pitos de carros, otra vez la cornetas, y en casa buscando la manera de matar la ansiedad. El equipo no fue inferior a esa expectativa, contundente tres a cero.
La formación inicialista casi lo que queríamos todos: 1. David Ospina; 18 Camilo Zúñiga, 2 Cristian Zapata, 3 Mario Yepes, 7
Pablo Armero; 6. Carlos Sánchez, 8. Abel Aguilar, 11. Juan Guillermo
Cuadrado, 10. James Rodríguez, 14. Víctor Ibarbo; 9. Teófilo Gutiérrez. Sin sorpresas. Tremendo inicio en la tribuna, fervor patrio, ahora el mismo ambiente en el campo.
El comienzo fue como la afición colombiana esperaba, pocos minutos de juego y, luego de una excelente jugada en la que interviene Cuadrado, se hace presente la alegría de Armero con el primer gol. A partir de ahí, el manejo colombiano fue casi constante, con excepción de los últimos minutos en los que se permite el manejo de los griegos, un riesgo innecesario retrasando muchos la lineas. El final de la primera parte llega con un paradón de Ospina.
Colombia asume la segunda parte con el mismo grupo, un poco más de control colombiano en la mitad y James toma el protagonismo que no apareció en la primera parte. De hecho, el diez colombiano contribuye con el gol de Teo, jugada que parte de esquina, Aguilar que roza el balón, y Teo la deja en el marco griego. Ya eran más de los que esperábamos. Muy bien Colombia, después una salvada colombiana, el palo que nos ayuda.
Pékerman hizo movimientos en la banca que permitieron que Jackson hiciera su aparición, presionó, se sacrificó y obligó al error. El liderazgo de James en la segunda parte tiene su fruto, anota merecidamente, Cuadrado de taquito se la pasó luego de un pase de caño de Zuñiga.
Al final un resultado que fue mucho más de lo que cualquier colombiano tenía en sus pronósticos, con seguridad fallaron las pollas. Para los que tenía dudas sobre el desempeño colombianos, probablemente repiensen y crean que es posible algo más.
En general el equipo funcionó como seguramente Pékerman lo planeó, los cambios le funcionaron, las dudas que habían sobre Yepes con su edad quedaron opacadas, por ahora no se notó la ausencia de Falcao - acompañó el equipo desde la tribuna -.
Los festejos de los aficionados se notaron en las calles, una marea amarilla por todas partes, pitos, harina, algo de alcohol, difícil que mantengan la ley seca, muchos restaurantes preparados para la ocasión, sus preparaciones culinarias ambientadas por las pintas de los comensales, la mesura debería ser la constante.
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